En épocas de crisis donde la misma se acentúa por un tiempo continuo, sin ver un rumbo definido ni variables de mejoras, es normal asustarse y no saber cómo actuar. Empiezan en nuestras cabezas una infinidad de conjeturas, donde además se frenan las ventas, los costos fijos aumentan, en muchos casos hay empresas que no pueden afrontar diversas obligaciones, tanto con proveedores como con los servicios esenciales. Por otro lado, los dueños abonan los salarios, pero considerando ajustes, donde hasta comienzan a utilizar sus "ahorros" o " utilidades" que eran destinadas a otros fines; merma la productividad, se acumula stock, algunas mercaderías dependiendo el rubro empiezan a deteriorarse y en los peores de los casos se despide personal.
Hasta aquí es un escenario negativo e incierto; sin embargo, podemos ver este período de inactividad como una oportunidad para mejorar internamente nuestro negocio. Para ello, es importante mantener una comunicación abierta y transparente con todos los miembros de la empresa y estar dispuestos a adaptarse a los cambios.
Algunas mejoras claves que pueden llevarse a cabo son, revisar los procesos internos, reajuste y optimización de costos innecesarios, identificar áreas de mejora, diversificar las fuentes de ingresos, fortalecer y aumentar la presencia en línea y modalidad de ventas y buscar nuevas oportunidades de mercado.
Con determinación y creatividad, las empresas pueden salir fortalecidas de la crisis y posicionarse para un futuro exitoso.
